Repetición.

Ahí...

Tan definitivo como un adiós,
Indiferente y sin excusas,
La arrogancia en tus ojos,
Habla más que todas tus palabras...

Fuiste montones de esperanza,
Yo, el momento y su espontaneidad,
Ahora solo eres la falsedad de un "para siempre",
Eres lo clandestino del juego y la derrota...

Mientras yo...

Aquí...

Con el orgullo a media estatura,
Inhalando lo corrosivo del perdón,

Rogando ternura.

Nocivo.

No me aparto.

Aunque diga ¡No! al nocivo gris de tu mirada.
Busco en el insomnio una alternativa a ti.
Hago puño los nudillos con desesperación.

Y nada te aparta.

Desde el núcleo de mis huesos,
Hasta lo elástico de mi corazón,
Estoy lleno de mentiras color miel y sabor amargo.

Y aunque encuentre formas,
No veo el objeto.

Estoy perdido en lo obseso,

Me encierro de todo,
Y no puedo dejar de correr hacia ti.

Tus latidos son el vicio.

Tu palabra.. tu palabra...

La dosis necesaria para arrugar toda mi objeción.