La historia de Cerebro

Tenía días con la idea de saber mas sobre Cerebro, sobre el mal que lo había dejado atado a una silla de ruedas. A el no podía preguntarle porque es muy pequeño como para darme una explicación detallada de su enfermedad, así que a quien podía hacerlo?  Su mamá era la única opción, pero como hacer platica con ella, si en el primer encuentro que tuvimos discutimos por tener descuidado a su pequeño.
Tenia algo de reserva, pero que perdería haciéndolo? No podría pasar de que me ganara otro sermón, como el que me dio la vez pasada.
Ahora la premisa era hablarle a la madre de Cerebro, pero con que pretexto? Iniciar pláticas con desconocidos nunca ha sido mi fuerte, pero si quería la información debía poner algo de mi parte.
Decidí hacerlo, la ocasión perfecta seria la tarde del día siguiente mientras camine de regreso a casa.

Recordé que en la tardes la mayoría de las vecinas se reúnen a compartir las ultimas “noticias” acerca de la vida de los demás vecinos. En ocasiones pude ver que la madre de Cerebro se encontraba ahí, esta vez con un poco de suerte y podría cruzar unas palabras con ella.
Así fue, al día siguiente la mamá de cerebro se encontraba reunida con el conjunto de mujeres sedientas de comentarios morbosos. Fue ahí cuando me acerque a ella y le llame:

-Este, buenas tardes… disculpe usted es la mama del..
-Si!  soy la mama del niño en silla de ruedas…que pasa con el? Ahora que hizo?
-Mmmm…no nada es solo que tengo unos juguetes en mi casa que mi sobrino ya no usa y quiero regalárselos…
-Ah Gracias, pero mi niño ya tiene bastantes, además de que casi no le entretienen…
-Bueno entonces veré a quien se los doy…

Gracias a dios que dijo eso, porque yo no tenia a la mano tales juguetes, sino que fue lo primero que se me ocurrió para poder  iniciar una conversación con ella.

-Disculpe y con todo respeto, que fue lo que le paso a, como se llama?
-Se llama Jesús, y el esta así, por mi culpa... -los ojos de aquella mujer se nublaron y su voz se corto por unos momentos-...porque cuando estaba chiquito no lo lleve a que le pusieran sus vacunas…Le dio poliomielitis, fue tratado mucho tiempo por el hospital Shriners donde intentaron darle rehabilitación, pero no pudieron hacer nada, no me dieron esperanzas de que vuelva a caminar, ya no hay mucho que hacer por el. Mi esposo y yo, nos gastamos todo lo que teníamos en su rehabilitación, es por eso que ahora tenemos que vivir en esta vecindad. Es un lugar muy feo, pero no tenemos para mas…por eso mi marido trabaja de día y yo de noche en una maquiladora.

Por un momento hubiera querido no haber preguntado nada, mi garganta se seco, no sabia que decirle, como se podrá consolar a una madre que sabe que su hijo nunca va a caminar? Lo único que pude hacer fue acariciar levemente su hombro…
La idea que tenia de la mama de Jesús desapareció por completo, para mi ya no era mas, la mujer que descuidaba a su hijo, sino simplemente una madre que se “rompe el lomo” para ayudar a salir adelante a su familia.