Thursday, July 15, 2004

Sorpresivamente Desesperante

Se hizo tarde, lentamente fueron pasando las horas, quería que dieran las cinco de la tarde para salir de las instalaciones del lugar donde trabajo, estaba harto de tanto ruido, todo lo que quería era vaguear por alguna de los miles de calles que tiene Tijuana, para salir de mi encierro y despejar mi mente un poco…
En fin, se dio la hora de escapar, deseaba platicar con alguien, mi primera opción fue mi novia así que tome el teléfono y marque:
 
-Bueno?
-Hola, como estas? Soy yo, Gerardo
-Si, que paso?
-Mmmm... Nada, solo hablaba para ver si tienes planes para esta tarde…
-Ah!! Fíjate… que ando con una amiga ayudándole a buscar casa…
-… Mmmm, bueno te marco después, que estés bien, bye.
 
Ante aquel cortón, opte por llamarle mejor a varios de mis amigos, pero ninguno contesto, al poco rato recordé que se habían ido de vacaciones y que otros simplemente estaban ocupados… Ni modo, me voy yo solo, pensé mientras caminaba para el lugar donde iba tomar mi transporte.
Pero a donde ir?
A tomar un café carísimo sin tener siquiera con quien desquitar su precio? Mmm No. Además es martes y aun no traigo dinero.
A vaguear solitariamente por alguna plaza? … ya lo había hecho el fin de semana pasado...
Ir a algún café Internet a platicar con alguna desconocida? Mmm... tampoco, hace mucho que estoy fuera de esos rollos.
Mientras iba pensando, llegue al lugar donde debía tomar el taxi que me llevaría a mi destino, pero a que lugar ir?
Tome el primero que vi, me llevo por calles que desconocía de Tijuana, pase por algunos de los lugares más marginados y alejados de mi ciudad. Vi a otras personas que al igual que yo, viajaban solas, con la única diferencia de que ellos si tenían un rumbo fijo, yo no lo sabía aun.
Ese taxi dio tantas vueltas, que no se como, pero llego a un lugar muy céntrico, ahí me baje, y me invente una razón por la que debía llegar al Súper.
De regreso, camine rápidamente hacia el estacionamiento de ese lugar buscando mi auto color gris, pero recordé que esta descompuesto y por lo tanto no tenia carro que estacionar, así que me desplace ahora al lugar donde tomaría el transporte de regreso a casa.

Hoy fue una tarde sorpresivamente triste, en la que me encontré conmigo y mi soledad. Una tarde extrañamente impredecible en la que descubrí que no hay camino que no tenga fin, una tarde inesperadamente desesperante en la que ni los relojes tenían tiempo para mí.

1 Comments:

Blogger Ms. Montiel said...

Nafa!

No eres el único que se ha sentido asi...
Salgo a las 5 de la chamba...

Estoy a una llamada de distancia...

Y siempre por demas dispuesta y contenta de platicar contigo...:)

TQM

Bubu.

3:37 PM  

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