El día que Cerebro salvo el partido

Nuevamente ayer regresaba de trabajar, ahora ya en cuanto voy entrando a la calle donde esta mi casa, me da por buscar la sillita de Cerebro por todas partes, hasta que por fin lo veo abro la vieja puerta de mi casa y me detengo ahí a observar como se desenvuelve en su mundo sobre ruedas.
En esta ocasión Cerebro lucia algo triste porque sus amigos estaban jugando fútbol obviamente sin el, le pregunte si algo le pasaba, a lo que respondió en voz baja: Mmm... pues mira…y me señalo a los jugadores, soltando con su confesión un fuerte suspiro, le dije que no se preocupara.
En eso le hable a uno de sus amigos y le pedí que lo ayudara para que jugara con ellos, lo acerqué a cerebro y le indique como debía manejar la silla de aquel solitario niño.
Y así fue, Cerebro se incorporo al partido con una gran sonrisa en sus labios, al principio el otro niño que empujaba su silla batallo mucho para adaptarse , en lo que se descuidaron les metieron un gol, faltaban como 5 minutos para que terminara el partido y parecía que ya no había mucho que hacer, en eso uno de los amigos de Cerebro logro escabullirse de la defensa contraria y anotar un gol, estaban empatados, pero aun así, se podía notar un aire de derrota en el equipo.
A Cerebro se le veía pensativo como siempre, analítico mejor dicho. En eso después de un pase, Cerebro anoto de cabecita el gol que les daba la victoria!
Así fue, faltando menos de 2 minutos de terminar el partido, este niño logro salvar el partido. Todos los que estábamos presentes nos quedamos asombrados, viendo como al acabar el juego sus amigos cargaban su silla de ruedas y hacían reverencias al nuevo héroe.